Esta no parece una T3 normal, y no lo es… El humilde motor refrigerado por agua de esta furgo de 1985 ha sido substituido por un potente motor de Porsche de 3.2 litros. Pero eso es solo parte de la historia de esta rara B32…
A todos nos gusta la idea de conducir un vehículo que tiene un aspecto corriente pero que sorprende al pisar el acelerador. Un cordero con piel de lobo o, en términos automovilísticos, un ‘sleeper’ o un ‘Q-car’. Este no es un concepto ya que existen muchos ejemplos de VW que esconden un vehículo muy potente bajo una carrocería bastante común, por ejemplo, el Passat VR6. Sin embargo, con un motor Porsche de por medio como en este caso, eso ya son palabras mayores…
Y este es el caso del VW Porsche B32 del que se cree que sólo se fabricaron 10 unidades entre 1983 y 1985. El primer prototipo se construyó en 1981 en un momento en el que Porsche necesitaba un vehículo de apoyo rápido y espacioso para las pruebas que estaba realizando en Argelia. Ese prototipo tenía un motor de seis cilindros de 3.0 litros y 205bhp que le permitía a la T3 ponerse de 0 a 100km/h en poco más de 8,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 190km/h. El prototipo era rápido, pero al final se le puso otro motor, el motor 3.2 del Carrera que, gracias a su torque, mejoraba el desempeño y el rendimiento.
Visualmente, la B32 es más baja que la T3 original, tiene un spoiler delantero y llantas Fuchs de 16 pulgadas en negro mate. Otras diferencias menos obvias incluyen tomas de aire en los paneles traseros laterales y un faldón trasero de mayor tamaño para alojar el escape Porker. Podría haber tenido un look todavía más radical con pasos de rueda ensanchados, pero eso habría desvelado demasiado de su potencia y habría estropeado el efecto sorpresa.
Dentro, se mantuvo el interior original de la Carat Caravelle prácticamente sin cambios, excepto por el volante Carrera que es la característica más destacada. Otra diferencia más sutil es el hecho que el velocímetro llega hasta los 200km/h. Además, Porsche diseñó un sistema de aire acondicionado especial, quizás un guiño al hecho de que el primer prototipo había sido diseñado para el desierto. Por supuesto, en un mundo ideal, habría tenido asientos de piel negro Porsche Recaro asegurados en sus correspondientes bases giratorias.
También se tiró de piezas de Porsche para la suspensión y los frenos. Después de todo, una velocidad máxima de 200km/h necesitaba frenos más potente que los originales de VW para hacerla parar. Así que, en vez de los frenos delanteros de disco estándar, se le pusieron discos ventilados de Porsche, resortes más rígidos y amortiguadores de gas. También se tomó prestado el sistema eléctrico de Porsche y se le pusieron ejes reforzados y bujes modificados.
Las cosas se ponen aún más interesantes cuando abrimos el compartimento del motor. El motor de seis cilindros y 230bhp encaja perfectamente, aunque por lo que se ve en las fotos, se le ha puesto espuma sobre la cubierta del motor para dejar espacio para el filtro de aire. Se usó la caja de cambios del Porsche 915 para facilitar la instalación y un refrigerador de aceite delantero, también se añadió un cárter de aceite adicional y un depósito de combustible de mayor tamaño, de 100 litros de capacidad. Según las cifras oficiales, el motor de 3.2 litros ponía el vehículo de 0 a 100km/h en 9,6 segundos y lo hacía alcanzar una velocidad máxima de 190km/h. Pensamos que, en esto, Porsche pecó de modestia porque es bastante obvio que este vehículo era mucho más rápido. De cualquier forma, suponemos que era más rápida que el primer prototipo que tenía un motor más pequeño y por eso estamos seguros de que podría adelantar a muchos vehículos con un look mucho más deportivo.
Según declaraciones que un portavoz de Porsche hizo en aquella época: “Por supuesto que conducir un Carrera o un 928 proporciona una gran satisfacción al ver que otros coches se apartan porque reconocen la silueta. Pero un ‘bus’ Porsche es mucho más divertido gracias al efecto sorpresa, nadie espera que una furgoneta pueda llegar a los 210km/h. La B32 se come BMWs, Mercedes y Audis pequeños para desayunar, y en carreteras secundarias es un serio competidor para Benzes y Jaguars más grandes a los que les falta la potencia de esta furgo de nueve asientos”.
La red de concesionarios Zuffenhausen las vendía en exclusiva por unos 150.000 marcos alemanes, unos 76.000€ de hoy en día. No salen muchas a la venta, pero cuando aparece una no es de sorprender que alcancen precios de venta bastante altos. Es importante que cualquier comprador potencial se asegure de que el vehículo es original y no simplemente una T3 a la que se le ha cambiado el motor.
Se dice que el mismísimo Porsche usaba una de estas furgonetas para hacer el viaje matinal a la escuela. Y con todo ese espacio interior, ¿por qué no? ¡Más clásico y con más estilo que un Cayenne!
Ian
Las opiniones expresadas en este artículo son personales del autor y no representan necesariamente las opiniones y puntos de vista de VW Heritage.
Traducido del inglés por Rosa Varela Domínguez